Historia
HISTORIA
ÉPOCA ROMANA
El 44 a. C., se ve envuelta en la guerra civil entre Julio César y los pompeyanos, con la última batalla, la de Munda, en sus cercanías.
PERIODO MUSULMÁN
Su papel en la primera época musulmana es extremadamente relevante por ser núcleo principal de la población judía en al-Ándalus. De hecho, Lucena estuvo habitada exclusivamente por judíos entre los siglos IX y XII. Existió en ella una importante escuela universitaria judía, muchos de cuyos sabios viajarían posteriormente a Toledo a fundar la Escuela de Traductores. De la época judía queda un elenco de pequeñas y estrechas calles en el centro de la localidad, alrededor de la antigua sinagoga, llamada la Judería (siglos IX al XI), así como un cementerio judío descubierto en 2006, el más grande encontrado en Europa.
Hacia 1124 el rey Alfonso I de Aragón el Batallador, conociendo la insatisfacción de la numerosa población cristiano-mozárabe en territorio musulmán, ante el aumento del fanatismo religioso de la nueva corriente religiosa norteafricana almorávide, se interna en Andalucía, recorre Alcalá la Real, Luque, Baena, Écija, Cabra y Lucena. Vence a Abu Bakr, hijo del emir Alí ibn Yúsuf, en Arnisol, Arinzol o Aranzuel, según las fuentes, actual Anzur (hoy del municipio de Puente Genil), el 10 de marzo de 1126. Acompañado de numerosos cristiano-mozárabes liberados, puede que entre ellos algunos lucentinos, regresa al reino de Aragón donde se asientan. Los mozárabes de al-Ándalus que no huyeron a Aragón, en represalia, serían castigados duramente y en su mayor parte deportados al norte de África.
En 1148 la “Ciudad de los Judíos” fue invadida y arrasada por los almohades, ante la negativa de aquéllos de convertirse al Islam. Los supervivientes se dirigieron hacia el norte, encontrando en Toledo la tolerancia necesaria para erigir otra comunidad donde la cultura judía pudo desarrollarse en gran manera.
CONQUISTA CRISTIANA
En 1240, la ciudad fue tomada por Fernando III de Castilla, quien la donó al obispo y al cabildo de la catedral de Córdoba, quienes a su vez, la permutaron, en 1342, a doña Leonor de Guzmán, amante de Alfonso XI, por otros bienes rústicos e inmuebles en Córdoba.
Tras la Primera guerra civil castellana, en 1371, el primer Trastámara, Enrique II, la entregó en señorío a Juan Martínez de Argote, de quien pasará a su hija María Alfonso de Argote que, al contraer matrimonio con Martín Fernández de Córdova, vinculó Lucena a los de este apellido en su rama de los Alcaides de los Donceles, permaneciendo invariablemente como avanzada castellana en la frontera con el Reino nazarí de Granada hasta 1492.
En 1483, el último emir de Granada, Boabdil el Chico, fue apresado en el transcurso de la batalla de Lucena. Estuvo preso en una de las torres del castillo de Lucena o castillo del Moral, en la torre del Moral.
HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
En 1618, Lucena obtuvo, por parte de Felipe III, el título de ciudad, convirtiéndose a lo largo del siglo XVII en una de las poblaciones más importantes de Andalucía.
Durante la Guerra de Sucesión tomó partido por Felipe de Anjou, colaborando activamente a favor de su causa; por este motivo y por la aportación de milicias y dinero para la recuperación de Gibraltar, su Majestad don Felipe V la premió en 1712 con las calificaciones de "Muy Noble y Muy Leal".
Durante la Edad Moderna, Lucena estuvo sometida al dominio señorial de los marqueses de Comares, vinculados al Ducado de Medinaceli desde 1680. Las imposiciones y abusos señoriales desataron el malestar y la protesta de los lucentinos, que tras un largo pleito obtuvieron en 1767 la reversión de la jurisdicción, el señorío y el vasallaje de la ciudad a la corona, alegando que el señorío no se había transmitido mediante sucesión directa (como había establecido la merced concedida por Enrique II) en varias ocasiones.
La Junta de Gobierno de Lucena en la Guerra de la Independencia Española contra Napoleón tuvo un destacado protagonismo.
A partir de 1975, Lucena comienza un rápido crecimiento económico convirtiéndose en uno de los principales centros industriales de Andalucía, destacando la producción agrícola de aceitunas, la industria vinícola (Denominación de Origen de Montilla-Moriles) y la industria de fabricación de muebles.