Castillo del Moral
Declarado Monumental Histórico Nacional en 1931 y muy conocido por haber sido en este enclave fortificado donde, en su Torre del Moral, estuvo preso el último rey de Granada, Boabdil “El Chico” después de ser capturado en la Batalla de Martín González. Ubicado en el mismo centro de la ciudad, en la Plaza del Coso, no es mudo testigo de la Historia sino que el Museo Arqueológico y Etnológico que alberga bien nos detalla su propio pasado.
La ciudad de Lucena se halla enclavada en tierras fértiles lindantes entre la Campiña y las Sierras Subbéticas, también junto a una de las vías fundamentales que al menos desde época romana vertebran la Bética, la antigua vía Corduba-Anticaria-Malaca. Pero la primera ocupación de estas tierras es muy anterior, incluso desde el Paleolítico como atestiguan los restos hallados en la Cueva del Ángel, al pie del cerro del Santuario de la Virgen de Araceli. Curioso es por cierto el nombre del lugar y de la propia Patrona, Ara Coeli o altar del cielo, que bien podría ser indicio de haber albergado en tiempos protohistóricos un templo pagano. Pero Lucena es más conocida por ser en la Edad Media el principal núcleo de población judía de toda Al-Ándalus, llamada por los judíos Eli Ossana o Dios nos salve, la Perla de Sefarad, conocida por los musulmanes como Al-Yussana. Según Nieto Cumplido aquí fue desterrado Averroes en 1198 y será residencia de Maimónides durante su juventud.
La construcción del Castillo del Moral se fecha en el siglo XI, si bien algunas fuentes le atribuyen un origen romano. Fernando III se apodera de él en 1240, utilizándolo desde entonces como apoyo a la defensa de esta zona fronteriza. Para ello es donado al Cabildo de Córdoba primero y a la Orden de Santiago después, hasta que sea objeto de permuta de tierras y adquirido por Doña Leonor de Guzmán, la conocida amante de Alfonso XI y madre de Enrique II de Trastámara. Se asociará más tarde a la Casa de Aguilar y a los Fernández de Córdoba que participarán activamente en las luchas castellanas frente al Reino Nazarí. Tras la desaparición de éste y por tanto del peligro de la frontera, el castillo se convirtió en Palacio residencia de los Señores de Lucena, los Marqueses de Comares y Alcaide de los Donceles hasta su reversión a la Corona en 1767 junto con todo su señorío.
La fortaleza se construye a base de sillarejo de talla más cuidada en las esquinas, sobre una planta de tendencia cuadrada con torres en las esquinas, conjunto rodeado por un primer recinto amurallado animado por troneras. La torre del Moral es la más conocida, de plata octogonal y cubierta por una bóveda de ladrillo ochavada del siglo XVIII. Las demás, Torre del Homenaje, de las Damas y del Coso son de planta cuadrada y todas se conectan por un segundo recinto amurallado con paso de ronda superior. En el centro se despliega un amplio Patio de Armas. En la actualidad el castillo alberga el muy recomendable Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena, que muestra al visitante un amplio e interesante recorrido a través de diez salas, destacando las dependencias dedicadas a los importantes hallazgos arqueológicos de la Cueva del Ángel -que trataremos detenidamente en su momento- y las que se centran en diversos aspectos de la ciudad judía de Lucena.
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