Caminos de Sefarad

Descubre y disfruta la herencia sefardí

De las 21 ciudades españolas pertenecientes a la Red de Juderías de España - Caminos de Sefarad, Lucena es una de ellas está en la Subbética Cordobesa.

Descubriendo la antigua Eliossana

Eliossana era única en todo el territorio de la antigua Sefarad. Su particularidad radica en el hecho de que estuvo habitada durante un período de tiempo, únicamente por judíos. De ahí que la “Perla de Sefarad” haya trascendido las fronteras de la villa lucentina y que a sus tierras llegaran filósofos y poetas de gran prestigio en el mundo intelectual de la época. En nuestro itinerario descubriremos las huellas de ese brillante pasado.

Qué visitar

Los lucentinos y las lucentinas tienen fama de ser personas inquietas y creativas. La ciudad parece haberse contagiado de esta manera de ver la vida y por ello en las últimas décadas la fisonomía de sus calles y rincones ha evolucionado hacia una urbe mucho más anfitriona, que busca innovarse. Mayor accesibilidad, patrimonio restaurado, señalética, profesionalización del personal técnico de turismo, y sobre todo, ese cariño honesto con el que los habitantes reciben al visitante que llega a su ciudad. No es de extrañar que esta pequeña ciudad haya trascendido su fama más allá de los océanos y en lejanos rincones del mundo cada día más personas quieran acercarse a disfrutar del brillo de la Perla de Sefarad.

Lugares de interés Judio

Caminar por la antigua Eliossana, es sentir la historia de una villa orgullosa de su pasado hebreo.

Al recorrerla de la mano de expertos guías e historiadores, nuestra mente parece percibir una realidad aumentada, transformando en lo que fue aquello que hoy es una ciudad excepcional, con una historia única, un pasado iluminado que aún brilla y que la han convertido para siempre en la Perla de Sefarad.

Antigua Eliossana

Lucena fue núcleo de una de las principales poblaciones de judíos en Al-Andalus y estuvo exclusivamente habitada por judíos entre los siglos IX y XII, época en la que destaca su contribución a la cultura. Allí se estableció una Academia de Estudios Talmúdicos. Tras la invasión de Lucena en 1148 por los almohades, los judíos lucentinos emigraron hacia el norte y se establecieron en su mayoría en Toledo, donde contribuyeron a erigir una comunidad que brilló por su aportación cultural.

La antigua ciudad de los judíos, Eliossana, contaba con una muralla que la protegía y de la que conocemos la ubicación de sus puertas. Además de la Puerta de la Villa, se conocía la antigua Puerta de Córdoba, en la parte septentrional del lienzo amurallado. Otras puertas como la Puerta del Peso de la Harina, le dio el nombre a una de las calles principales de la ciudad y por último, la Puerta de Granada que estaba flanqueada por torres. El muro recorría parte de la actual calle Canalejas y tras abrirse, con la Puerta de Córdoba, seguía a las espaldas de las casas de la actual calle las Tiendas. En línea con la céntrica calle las Torres, se levantaba la parte occidental de la muralla, en la que se alzaban varios cubos defensivos, entre ellos las dos torres que flanqueaban la Puerta del Peso de la Harina, también llamada Blanca, que dio nombre a una de las calles principales de la ciudad. En la entrada de calle Barahona de Soto, esquina Plaza del Coso, la muralla se abría tras saltar la calle del Jardín, actual calle Barahona de Soto, entonces más estrecha y flanqueada por torres entre las cuales se encontraba la Puerta de Granada.

Parroquia de San Mateo (Antigua sinagoga)

La Parroquia de San Mateo late con el corazón de las tres culturas. Su pasado ha acompañado la historia y transformación de la villa y de aquellos que la gobernaron. En el solar de la iglesia de San Mateo se encontraba la antigua sinagoga y luego mezquita de la ciudad, hasta que en 1240, después de la conquista cristiana, se adaptó al nuevo culto.

Considerada como la catedral de la Subbética, esta iglesia responde a los cánones artísticos gótico-mudéjares y renacentistas. En el interior del templo de San Mateo sobresale la magnífica capilla del Sagrario, realizada entre 1740 y 1772 sobre trazas del arquitecto local Leonardo Antonio de Castro y considerada como una de las joyas del barroco cordobés, y una de las obras escultóricas más importantes del barroco andaluz.

Castillo del Moral (Museo Arqueológico y Etnológico)

Junto a la Plaza de España se localiza el Castillo del Moral, una fortaleza medieval, declarada bien de interés cultural. Su parte central, la más antigua, fue probablemente realizada entre los siglos XI y XII, en la época de la Lucena judía pero la actual fortaleza fue muy transformada tras la conquista cristiana de la villa. También destaca la Torre del Homenaje, posible celda del último rey granadino Boabdil, el Chico, capturado en la batalla del Martín González, en 1483, a manos del regidor lucentino Martín Hurtado. Desde el siglo XVI el castillo es trasformado en palacio residencial de los señores de Lucena, los Marqueses de Comares para posteriormente pasar a ser Palacio y Castillo de los Medinaceli.

El Castillo del Moral alberga en su interior las salas del Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad junto a la sede de la Fundación Tu Historia. Se muestra al visitante un recorrido temático por sus diez salas, que reflejan el devenir y la idiosincrasia de Lucena. La sala “La Perla de Sefarad” recibe al visitante con una maqueta de la ciudad en época almorávide tal y como lo describe Al-Idrisi. Las paredes se decoran con poemas de lucentinos ilustres en su lengua hebrea. Y en cada uno de los cuatro grandes laterales se explican temas relacionados con la religión, fiestas, escuela talmúdica, economía o la basílica hallada en Coracho y los ajuares funerarios de la necrópolis asociada a la misma. El vano frontal está presidido por un busto del gran gaón lucentino Al-Fasi, junto con piezas de la vida cotidiana en nuestra ciudad.

Barrio de Santiago

El barrio de Santiago es uno de los más antiguos de la ciudad, quedaba extramuros, por lo que es posible que fuera el arrabal en la época del esplendor de la Lucena judía. La iglesia parroquial de Santiago de estilo gótico y renacentista se inició en 1503, aunque tradicionalmente fue erróneamente considerada como la antigua sinagoga judía. Lo que sí es posible es que en su construcción se reutilizaran los materiales del entonces recién demolido viejo templo de San Mateo, antigua sinagoga y mezquita.

Palacio de los Condes de Santa Ana

El palacio barroco de los Condes de Santa Ana, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil del siglo XVIII. En su arquitectura destacan, además de su magnífica fachada, sus dos patios, el segundo de ellos porticado, y su bella escalera, coronada con una bóveda.

El palacio alberga en su interior el Centro de Interpretación de la Ciudad de Lucena y la Oficina Municipal de Información Turística, con una serie de salas temáticas y expositivas, entre ellas, la llamada “Eliossana” en la que se aprecian elementos destacados de la vida, literatura y organización social de la comunidad hebrea lucentina.

Palacio de los Condes de Hust (Biblioteca Municipal)

Familias de judeoconversos, atraídas por la fama de Lucena en tiempos pretéritos y la añoranza de morar en la tierra de sus antepasados se establecieron, durante el siglo XVI y en épocas anteriores en Lucena.

Estas familias ocupaban una buena parte de los puestos de importancia en la sociedad local, adquiriendo sus miembros cargos municipales, escribanías, etc. Muchas familias de la élite lucentina de los siglos posteriores tienen su arranque en aquellos conversos. Vestigios de aquel poder son el edificio de la actual Biblioteca Pública Municipal, antiguo Palacio de los Condes de Hust, o el Palacio de los Condes de Santa Ana, actual Centro de Interpretación de la Ciudad.

Necrópolis Judía

Finalizamos la ruta en silencio, ascendiendo hacia la Necrópolis, donde descansan los restos de los judíos lucentinos que poblaron esta ciudad hace un milenio. Una fuente cumple su función ritual para el lavado de manos después de la visita, como lo estipula la ley judía. Ellos están allí, como prueba irrefutable de la historia que hemos experimentado en nuestro itinerario.

Desde el eco lejano del tiempo ellos nos susurran nombres olvidados, cerramos los ojos y brindamos un homenaje a aquellos lucentinos cuya memoria hoy ha sido restaurada gracias al gran trabajo de autoridades, técnicos de turismo, empresas privadas y sobre todo, las personas que habitan esta magnífica ciudad que brilla más que nunca, con luz propia.

En el 2006, la construcción, de la ronda de circunvalación de la zona sur de Lucena puso al descubierto un cementerio de época medieval andalusí. Aparecieron unas 346 tumbas que se adaptaban a la topografía del terreno en las que el ritual de enterramiento utilizado fue la inhumación, en fosa simple o doble, a veces con nicho o covacha lateral tapada con lajas o tégulas romanas.

A finales de 2011, efectuaron el reenterramiento de los restos hallados en la necrópolis la Federación Española de Comunidades Judías y el Ayuntamiento de Lucena.

En la actualidad, la Necrópolis Judía es la más grande de la Península Ibérica, y primer cementerio judío accesible a personas con movilidad reducida de España.

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La Red de Juderías de España – Caminos de Sefarad es una Asociación constituida por municipios que cuentan, en sus conjuntos medievales, con un patrimonio histórico, artístico, medioambiental y cultural, herencia de las Comunidades judías que los habitaron.

Fuente: www.redjuderias.org/lucena